Pablo Cabezas L.

Economista y director de CISO.

Pablo Cabezas L.

Economista y director de CISO.

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Sustentabilidad y desarrollo económico global, un gran desafío
De mantenerse el crecimiento poblacional y el patrón de consumo mundial, la humanidad terminará por agotar los recursos de la tierra. El ritmo de la actividad económica mundial no es sostenible: la demanda por recursos naturales supera la capacidad de regeneración de la naturaleza. En tan sólo una generación más, el ser humano promedio no podrá satisfacer sus necesidades como acostumbra hacerlo hoy.
enero 8, 2024

 Sustentabilidad se refiere a la habilidad de mantenerse inalterado en el tiempo. ¿Es sustentable la manera en la que nuestra sociedad opera económicamente? ¿Es sustentable el ritmo de la actividad económica? 

Para responder esto, consideremos al planeta como una sola unidad productiva y no hagamos consideración alguna respecto de la distribución del consumo entre la población. Tengamos en mente al planeta en términos agregados. ¿Son el planeta tierra y su humanidad sustentables?

Producción y uso de la naturaleza.

Todo lo producido por el ser humano no es otra cosa que la unión de inteligencia y pedazos de naturaleza. 

Por ejemplo: un helado de leche en palito es la unión del pasto que alimentó una vaca, la leche de la vaca, un pedazo de árbol con el que se hizo el papel que se usó para el envoltorio, otro pedazo de árbol con el que se hizo el palito, el trabajo de quién ordeño a la vaca y así una infinidad de recursos que alimentaron procesos intermedios de generación de insumos de producción del helado, los que sumados al ingenio de la persona que inventa los procesos, terminan por producir un helado de palito. 

De la misma manera, desde el primer hacha hasta el último portento tecnológico enviado a explorar el espacio, todo lo producido por el ser humano, no es otra cosa que pedazos de naturaleza moldeados por la inteligencia humana. Por eso tiene sentido afirmar que usamos naturaleza al producir ‘cosas’.

Hectárea Global y Huella Ecológica

De una manera similar a la que algunas metodologías miden el PIB de cada país, existe una forma de cuantificar la cantidad de recursos que produce el planeta. 

Esta metodología fue desarrollada, sistematizada y aplicada a todos los países del mundo, por el Global Footprint Network (GFN). La información del GFN es utilizada ampliamente por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), Naciones Unidas (UN) y la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA). 

La unidad de medida de la cantidad de recursos producidos cada año se llama Hectárea Global. Una Hectárea Global es la medida de la cantidad de recursos que se pueden producir en una hectárea disponible de la corteza terrestre. La unidad de medida Hectárea Global, se usa para medir tanto la producción de la tierra de recursos naturales (llamada Bio Capacidad) como la cantidad de recursos utilizados por el ser humano (llamada Huella Ecológica). 

A su vez, la Huella Ecológica se puede separar en dos componentes: 

Huella Ecológica = Huella de Carbono + Huella Ecológica Neta. 

La Huella de Carbono mide la cantidad de recursos naturales que se necesitan para recapturar el CO2 liberado en la atmósfera al fabricar los productos. Mientras que la Huella Ecológica Neta mide la cantidad de recursos naturales directamente usados en la producción. En el ejemplo anterior del helado de palito, la Huella Ecológica del helado de palito equivale a los recursos usados directamente en la producción del helado más los árboles necesarios para recuperar el CO2 que el proceso de producción del helado de palito genera. 

Contar con medidas tanto de Huella Ecológica Neta como de Huella de Carbono, ha sido central en el avance de la agenda medioambientalista, pues ha permitido visibilizar la cantidad de recursos que usamos, en especial los que la contaminación ambiental por CO2 demanda al planeta para permitirnos respirar. 

Sin duda que la contaminación ambiental representa un problema de todos y debe ser considerado en el análisis al momento de establecer las bases que permitirán el desarrollo económico del futuro, pero es justamente nuestra fascinación en concentrarnos en la contaminación por CO2, lo que nos impide ver el problema de fondo que como especie no podremos evitar enfrentar y que requiere de mucho más que un cambio tecnológico para su solución.

Balance de recursos naturales

La diferencia entre lo producido por la tierra (Bio Capacidad) y lo utilizado por el hombre (Huella Ecológica) define el balance de recursos del planeta. Si en un año la Huella Ecológica es mayor a la Bio Capacidad, en ese año la cantidad de naturaleza estaría disminuyendo. En la Figura 1 se muestra la evolución de la Huella Ecológica (en color azul) y de la Bio Capacidad del planeta (en color rojo). De la comparación entre la Huella Ecológica y la Bio Capacidad surge la idea de que al año 2020, el ser humano consumía los recursos correspondientes a 1,6 tierras cada año (Figura 1).

Figura 1.

Recuperación de CO2 y Huella Ecológica Neta

Para efectos de la mirada de largo plazo que necesitamos para responder nuestra pregunta sobre la sustentabilidad, hay que tener presente que ya existen iniciativas que apuntan a la adopción de nuevas tecnologías que permitirán resolver el problema de las emisiones de CO2. Hoy lo que se necesita es mayor coordinación para definir cómo y quién pagará la cuenta de la implementación de estas tecnologías, pero es una decisión que sin dudas va a surgir, más aún ad portas del colapso de contaminación generalizado que hoy en día es reconocido por todos.

Siendo el CO2 un problema que ya se encuentra en vías de solución, y dado que necesitamos centrarnos en miradas de largo plazo, la unidad de medida relevante para evaluar la sustentabilidad de la expresión económica de la humanidad es la Huella Ecológica Neta. Esta es la medida que permite concentrarnos en aspectos culturales de la especie humana, aspectos que en definitiva guardan el secreto de la solución de los problemas globales que enfrentamos. 

La medida de Huella Neta de CO2, evidencia el impacto sobre los recursos que la producción de bienes consumidos por el ser humano produce: ropa, comida, utensilios y juguetes de todo tipo para adultos y menores, todo lo que producimos como especie tiene su expresión en un monto de recursos utilizado a través de la Huella Ecológica Neta, la medida de nuestro consumo en términos de uso de la naturaleza. 

Al analizar las tendencias de la Huella Ecológica Neta y la Bio Capacidad se aprecia que como especie extraemos recursos desde la naturaleza a un ritmo mayor de lo que la naturaleza es capaz de renovar. Esto nos llevará inexorablemente a colapsar la naturaleza, y no por contaminación, como tan seguido discutimos hoy, sino que porque la vamos a destruir para comérnosla. (Figura 2). 

Figura 2.

Como muestra la Figura 3, desde que el ser humano registra datos de su actividad económica, el crecimiento de la demanda por recursos (Huella Ecológica Neta de CO2) supera por varios órdenes de magnitud a la expansión de la oferta de recursos (Bio Capacidad). 

En otras palabras, el ritmo de actividad económica mundial no es sustentable: de mantenerse las tendencias históricas de crecimiento poblacional y mejoramientos de niveles de consumo, el balance de recursos se tornaría deficitario en cerca de 40 años (Figura 3).  

Figura 3.

De no haber cambios significativos al balance de recursos que se nos viene, el ser humano promedio se verá enfrentado a una situación en la que sus ansias de consumo podrán ser satisfechas en mucho menor grado del que estamos acostumbrados el día de hoy. A futuro no habrá suficiente disponibilidad de recursos para producir bienes en la misma cantidad per cápita que conocemos hoy.

Ajustes al desajuste en el Balance de Recursos

Existen dos posibilidades de ajuste al desbalance de recursos que se nos viene a nivel planetario: 

  1. Aumenta la Bio Capacidad del planeta.

En cuanto a variaciones en la Bio Capacidad del planeta, la humanidad enfrenta un problema de factibilidad técnica para modificar de manera significativa el crecimiento de plantas y animales en el planeta. El conocimiento en este respecto avanza a pasos agigantados y cada día sorprende a todos, pero está aún por verse la posibilidad real de mejorar significativamente la capacidad de crecimiento y reproducción de plantas y animales.

  1. Disminuye la demanda de recursos.

2.1. Disminuir la intensidad de uso de los materiales en cada producto, esto es, hacer más eficiente la producción de todas las cosas, de manera de que con menos insumos produzcamos lo mismo. En este sentido, es posible esperar que aparezcan sistemas de puntuación que favorezcan el intercambio de bienes con menor huella ecológica, como manera de incentivar la optimización del uso de recursos y el uso de bienes menos intensivos en insumos.

2.2. Disminución de la producción mundial. Evidentemente, al disminuir la demanda de insumos de producción, el desequilibrio potencial de mediano plazo es posible de contener. El cómo se logra esta disminución es un aspecto que escapa a la extensión de este escrito, pero creo puede ocurrir por la coordinación de consumidores que, producto de un cambio cultural, cambien sus hábitos de consumo. Alternativamente, una disminución de la producción mundial puede darse también por decisiones políticas centralizadas.

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Fecha de publicación: Ene 8, 2024

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