Cooperación internacional ha sido clave para contrarrestar efectos institucionales en gobiernos populistas
A partir de analizar el caso de Brasil durante el régimen de Jair Bolsonaro, un estudio de la Universidad de Oxford plantea que la incrustación global de ciertas políticas públicas progresistas evitaron ser desarticuladas pese al interés del Gobierno.
marzo 15, 2024

Concebir «lo internacional” no sólo como el ámbito en el que se materializa la política exterior, sino también como “la última frontera” para las intenciones transformadoras de un presidente populista. Esta es una de las conclusiones a las que llegó Laura Trajber, académica de la Universidad de Oxford, para los resultados de su estudio Mobilizing international embeddedness to resist radical policy change and dismantling: the case of Brazil under Jair Bolsonaro

Cuando Jair Bolsonaro se convirtió en presidente de Brasil en 2019, uno de sus principales objetivos -mencionado en discursos y programas- consistía en desarticular una serie de políticas públicas de desarrollo social y democrático que desde el año 2000 habían sido implementadas e incluso exportadas a otros países de la región y el mundo. 

Debido al gran crecimiento experimentado por Brasil en los años 2000 -principalmente en los gobiernos de Lula da Silva- el gigante sudamericano se convirtió en referente y exportador de políticas públicas progresistas, lo cual posicionó al país en un eje de trabajo y cooperación internacional que impidió el desmantelamiento de dichas políticas públicas en tiempos de Bolsonaro. 

Esa es la tesis que afirma la investigación de Trajber, para lo cual realizó entrevistas semiestructuradas con 76 funcionarios públicos y expertos en cooperación internacional en el gigante sudamericano. Los entrevistados fueron reclutados a partir de técnicas de muestreo intencionado para así conseguir personas involucradas o con conocimientos sobre actividades de cooperación internacional gubernamentales. Los entrevistados corresponden a 35 organizaciones diferentes, 16 de ellas federales, cinco internacionales, ocho de investigación y seis organizaciones no gubernamentales (ONG). 

Burócratas y profesionales que se desempeñaban en la gestión de políticas públicas brasileñas internacionalizadas utilizaron implícita y explícitamente “lo internacional” como argumento para negociar la pertinencia de mantener ciertas políticas públicas que el gobierno de Bolsonaro quiso desarticular.

Entre los hallazgos, Trajber encontró que los burócratas y profesionales que se desempeñaban en la gestión de políticas públicas brasileñas internacionalizadas utilizaron implícita y explícitamente “lo internacional” como argumento para negociar la pertinencia de mantener ciertas políticas públicas que el gobierno de Bolsonaro quiso desarticular. 

“El compromiso continuo de Brasil en los intercambios técnicos internacionales (Sur-Sur), o en la cooperación internacional en términos más amplios, fue una parte importante de lo que significó el arraigo internacional para estos actores políticos y estuvo presente en sus esfuerzos argumentativos”, menciona la autora. Trajber ejemplifica esto señalando episodios de negociación intra-burocrática, aunque también a través declaraciones públicas y cartas a la prensa apelando al prestigio internacional de la implementación de algunas de estas políticas. 

Políticas de transferencias y apoyo global

Gestor de ‘las soluciones brasileñas’, ‘exportador de políticas’, o también ‘proveedor del sur’. Estas son algunas de las denominaciones que se ganó Brasil durante el periodo de gran crecimiento económico que experimentó luego de los años 2000, cuando fue el principal gestor de políticas públicas internacionales en el marco de la ‘Cooperación Sur Sur’. 

Brasil tenía un énfasis explícito en “la transferencia de políticas a través de lo que el país definió como cooperación técnica internacional orientada al desarrollo”, de manera que “las actividades de cooperación incluyeron intercambios técnicos y de políticas en forma de visitas, estudios, seminarios, asesoramiento sobre políticas públicas, adscripción de funcionarios públicos a misiones de corto y largo plazo en otros países, proyectos piloto, transferencia de tecnología, entre otras modalidades de intercambio”, menciona Trajber. 

Según el estudio, los principales socios de Brasil fueron países de América Latina, pero también del África subsahariana de habla portuguesa. “Sin embargo, los intercambios se extendieron mucho más allá de estas geografías, abarcando socios asiáticos como Bangladesh, Pakistán y Nepal”, menciona la investigación.

La cooperación internacional del gigante sudamericano le valió conseguir financiamiento y apoyo de programas de las Naciones Unidas, de manera que Brasil consiguió afianzar una posición y legitimidad como ‘potencia en ascenso’ capaz de marcar pauta en políticas de desarrollo humano.

Estas políticas públicas se refieren a esquemas de transferencia de efectivo, como ‘Bolsa Familia’, y también programas de seguridad alimentaria, como el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA) y el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), y también el Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), así como también el Centro de Excelencia contra el Hambre Brasil-PMA (Programa Mundial de Alimentos).

“Al final, a pesar de los muchos reveses del PNAE, particularmente entre 2019 y 2022, y a pesar de la baja prioridad otorgada por la administración Bolsonaro a la agenda de cooperación para el desarrollo de Brasil, la exportación de las políticas, programas, ideas instrumentos de seguridad alimentaria de Brasil no se interrumpió. Continuaron ocurriendo iniciativas de cooperación relacionadas con la alimentación escolar”, menciona el estudio. 

A modo de ejemplo, la investigadora menciona que varios de los funcionarios entrevistados utilizaron estratégicamente el prestigio internacional que había ganado Brasil al implementar estas políticas para negociar mejores condiciones para la continuidad de estas políticas.

Algunos de ellos incluso gestionaron la participación de las nuevas autoridades de Bolsonaro en foros y seminarios internacionales, además de solicitar a la ONU y otros organismos internacionales que les comunicaran la importancia de Brasil en el diseño de estas políticas internacionales.

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Fecha de publicación: Mar 15, 2024

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